EN EL CENTENARIO DE SU NACIMIENTO

Hoy hace cien años que vino al mundo un  hombre bueno, honrado, trabajador,  amante de su familia, maestro muy querido y respetado por sus alumnos y cristiano sincero, fiel y consecuente con sus creencias.

Por medio de estas líneas quiero expresar mis sentimientos de admiración, respeto, agradecimiento y cariño entrañable hacia Jacobo Morales Martín por ser tan "buenagente" y habernos dejado el recuerdo imborrable de sus valores, su sentido del humor, su respeto a todas las personas. Cuando nació, el mundo iniciaba una gran guerra, pero él fue toda su vida un Instrumento de Paz. Puedo decir muy alto que Jacobo pasó por la vida haciendo el bien.

         Desde niño destacó por su inteligencia y su nobleza.

               

                      Fue un joven muy querido y admirado.

Eligió a una buena compañera como esposa: Pepa , mujer sencilla, guapa, cariñosa, simpática y buena cristiana como él.

En esta foto les vemos durante su noviazgo.

                          Y esta foto es del día de su boda.

Una de sus pasiones era la música, a la que dedicó toda su vida.

De manera especial cultivó la música religiosa y organizó coros y  fue organista en todas las parroquias por las que pasó, en las que colaboraba para embellecer con la música y el canto las ceremonias litúrgicas.Solía repetir con frecuencia uno de sus salmos preferidos: "Alabaré al Señor mientras viva, tañeré para mi Dios mientras exista"(Salmo 145). Y así lo hizo hasta el final de sus días.

Otra de sus aficiones, la lectura.En esta foto leyendo un libro franciscano.

A los 90 años, sus alumnos de Campotéjar le hicieron un homenaje y el ayuntamiento puso su nombre a la biblioteca del colegio público.

 

 

Y este fue su último cumpleaños el 15 de agosto de 2007. El 10 de marzo de 2008 nos dejó para empezar a disfrutar de la Vida Eterna en la casa del Padre.

Papá, tu recuerdo permanece vivo en nuestros corazones.